-Baltasar Gracián
Curaçao : Corazón en portugués
Queria tomar un huequito del blog para relatarles un poco sobre mi viaje. Lo estuve planificando por mucho tiempo con mi mamá y la verdad es que fue una experiencia única para ambas.
Me tome un descanso del caos que estamos viviendo (aunque cuando compramos los boletos no teniamos idea de lo que pasaría recientemente), somos Venezolanos y para los que nos leen, deben conocer un poco de la situacion de mi pais bonito, es delicado, aunque debemos seguir luchando por nuestro futuro.
Siento que viajar enriquece tanto al alma, soy una de estas turistas que busca la simplicidad de esos momentos mágicos que te ofrece conocer nuevas culturas.
Ahora bien, a lo que ibamos:
Embarcamos el 1 de abril rumbo a Curacao. Un viaje corto, la verdad el barco es bellisimo, me tomo días no perderme de lo inmenso que lo encontraba.
LLegamos a eso de las 9am. En el crucero, la misma agencia vende tours pero varios amigos que ya habian viajado con ellos me recomendaron que si queria tomara afuera un paseo o simplemente me bajara y caminara, que era mas económico y divertido, asi lo hice, tomamos una "chiva" que nos hizo un recorrido por el atractivo turistico de Curacao:
Nuestra Guía turística, era una curazaleña muy
agradable que dominaba muy bien el español y nos hizo el viaje muy ameno a
todos los pasajeros.
La primera parada fue en la fábrica del
licor típico de Curacao.
Allí entramos, vimos un poco del proceso, y
nos dieron a probar distintos sabores del mismo, mi favorito fue el de
chocolate ¡yummy!.
Luego de eso, siguieron con un tour por la ciudad, para que observáramos y tomáramos algunas fotos de la arquitectura del lugar. Las calles son muy limpias y eso me gusto mucho.
Nos explicó algo muy curioso y fue que,
hace mucho tiempo, todas las casas de Curacao estaban pintadas de blanco por un
decreto Holandés, luego de un tiempo, los habitantes empezaron a sentir dolores
de cabeza, fatiga, etc. Y un doctor determinó que la razón era por el blanco de
las casas que reflejaba un intenso resplandor, así que desde entonces,
ordenaron pintar todas las casas de diferentes colores. Lo que hace, que de
verdad sea un atractivo turístico ver tantas casitas como de muñecas cuchis
pintadas de una infinidad de paletas de colores.
Seguimos recorriendo, ella seguía hablando,
y una de las cosas que mas me impresionó es que, los niños a partir de los 6
años ya hablan 4 idiomas: inglés, holandés, español y papiamento. De éste
último sólo me aprendí “Dushi” que
significa algo como: “mi amor”, “mi vida” una expresión de cariño hacia un ser
querido. De ahí en adelante le decía a mami que era “Mi dushi cuchi”.
Nos llevaron a una playa bellísima, llamada
Mambo beach. Nos dejaron deleitarnos de esa infinidad de azules que se mezclan
con esa paz absoluta que el mar te da. Allí en realidad no hicimos mucho, solo
descansar y disfrutar de esa serenidad azulita.
Este nuevo chofer tan o mas amable que la guia anterior, nos llevo al centro para hacer nuestras respectivas compritas. Mi mama quería comprar perfumes y le dijeron que en “la casa amarilla” los precios eran accesibles, y después caí en cuenta que: ¡EN CURACAO HAY COMO 200 CASAS AMARILLAS, HELP!, Por suerte, es muy famosa, y dimos rápido con ella.
Uno de los mayores atractivos, para mi, fue
cruzar el puente flotante famoso de Curacao. Casualmente cuando íbamos a
cruzarlo cerraron sus puertas porque un barco iba a pasar, así que esperamos a
que cesara el sonido de la campana junto a un montón de turistas que aguardaban
a nuestro alrededor.
Era lindísima la vista, se veía nuestro
crucero de fondo.
Desde
allí lo demás ya lo saben, cosas de mujeres ¡shopping, shopping, shopping!
FUN FACT: Como ya dije, disfruto de las
pequeñas cosas, más que comprar, para mi es mas significativo alguna persona
que sonría aunque no tenga dientes. Algo así me pasó con este curazaleño tan
amigable, no hablaba ni pizca de español pero entre todos le pedimos que
cantara un poco y lo hizo con todo el gusto; aunque hablaba papiamento, y ni
una sola vez "dushi" dijo como para entenderle algo.
Ya les contaré más.
Love,
Arge.
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